12 mar 2008

Rodolfo Chikilicuatre y el fenómeno del “Chiki-Chiki”

La representación de España en Eurovisión 2008 ha recaído, por votación popular, en Rodolfo Chikilicuatre y su pegadiza canción del “Chiki-Chiki”. Esto ha dado lugar a ríos de tinta a favor y en contra, indignaciones y risas, comentarios de todo tipo, y Eurofans al borde del suicidio.
Todo comenzó como una gran broma de Buenafuente que en uno de sus programas, del que soy fiel seguidor, comentó: “Esto se nos está escapando de las manos. ¿Te imaginas que vamos a Eurovisión?”. Pues sí, la broma ha cobrado vida propia y camina por si sola hacia Belgrado.
Lejos de intentar limpiar la casposa gala de Eurovisión con tratamientos de choque con HS, lo que las votaciones de los ciudadanos han decidido, por soberanía popular, es que cuando no puedes luchar contra el enemigo, únete a él, así que Rodolfo colabora con un montón de caspa pasada por el tamiz del humor, y es que no hay mejor terapia que la risa, y convertir así Eurovisión en una gran sesión europea de risoterapia; que a más de uno le hace buena falta.
Lo celebro, además reconozco que desde casa votamos los tres que vivimos en ella y celebramos la victoria de Rodolfo como si nos hubiera tocado la lotería.
El frikismo se impone y es que es hora de que este extraño país llamado España aprenda a reírse de sí mismo. He leído y escuchado (como por ejemplo en la COPE) comentarios que en retorcidas y rocambolescas comparaciones igualan el éxito de Chikilicuatre con el éxito Zapatero en las últimas elecciones, viniendo a decir que somos un país de borregos; aunque siempre será mejor ser un borrego feliz que un “homo sapiens” amargado. Y es que la vida es tan corta que no debería haber tiempo para los enfados gratuitos, los cabreos sin sentido, los odios y las miserias, que de haberlas hay las. Así que “perrea, perrea...”.

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