Te vi marchar a lo lejos con mi cara de bobo,
destrozaste mi coche y te diste a la fuga,
me reventaste el frontal, las luces y el morro,
no tuve más remedio que llamar a la grúa.
Luego volviste con cara de despistado,
preguntando inocentemente ¿qué ha pasado?
Mira lo que has hecho, ¿que te parece?;
encima casi me pegas. ¡Serás cabroncete!
Pensé, bastante tienes con lo del coche,
mejor me alejo. Me cubría la noche.
Sólo falta que ahora me rompa las gafas,
el tabique nasal o si me da bien, quizás ambas.
Mapfre vino al rescate de mi ánimo derruido,
la grúa se llevo mi coche, el tipo ya había huido.
Mientras sentado en la grúa volvía a casa
pensé, no sé en qué taller arreglarán mi alma.
El coche es lo de menos, pero qué cuesta dar la cara.
Cada uno va a la suya,
y luego todos nos quejamos
de que las cosas nunca cambian.
4 comentarios:
Que cabrón!!!!!!!!!!!!!! encima el tío se largo con todo el morro
Si necesitas contratar algún matón para lo de tu alma, me ofrezco voluntario...en fin resignación!
Gracias por el apoyo, no queda otra que como bien dices, resignación.
Aunque ganas no me faltan de...
Jooo!!!Deivit...hablabas de "tu" coche, pero la frase "en que taller arreglaran mi alma" me ha emocionado..Dar la cara, cuesta porque para eso debes ser valiente, y la valentía esta en desuso...
Un beso para tu alma!
Se agradece el beso, y mi alma se reconforta.
mua!
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